Cuando pensamos en una novia irremediablemente nos la imaginamos vestida de blanco, con un vestido largo y con un bonito ramo en su mano. Es uno de los detalles que asociamos a las novias clásicas y que está en nuestro subconsciente aunque no sepamos muy bien por qué la novia lleva un ramo cuando se casa.
La tradición ya existía en la antigua Grecia. Los novios llevaban en día de la ceremonia collares y guirnaldas con flores y hierbas aromáticas. La misión de los mismos era la de dar suerte y alejar a los malos espíritus. Esta tradición de llevar hierbas con poderes mágicos para alejar a los malos espíritus fue también muy común en muchos otros pueblos europeos e incluso en otras culturas.
Se sabe que en la Edad Media las novias comenzaron a llevar ramos de flores en los que las hierbas aromáticas se juntaban con flores como la de azahar, una de las favoritas en esta época. Pero en este caso había otro motivo mucho más práctico que el mágico para que las novias cargaran con el ramo.
Como bien sabemos, las normas de higiene en esa época no eran realmente muy exigentes. Un baño al año podía ser más que suficiente para muchas personas. Además, la ceremonia era en verano y los vestidos de novia con sus velos y sus capas de tela no son precisamente frescos. No hace falta entrar en muchos más detalles para imaginar por qué esas mujeres optaban por llevar las hierbas más olorosas y las flores con mejor fragancia.
Por un motivo u otro las flores siempre han estado presentes en las bodas y por eso continuaron siendo costumbre con el paso de los siglos, muchas veces sin saber por qué. Pero la sola belleza de los ramos y lo asociadas que están las flores con la feminidad eran motivos más que suficientes para continuar con la tradición.
Más adelante, cuando la tradición del lenguaje de las flores estuvo en su momento más álgido, muchas novias utilizaban sus ramos para enviar mensajes a sus futuros maridos.
La costumbre de lanzar el ramo
La costumbre de lanzar el ramo de la novia para que lo atrape una de las mujeres solteras es muy popular en diversos países. Se desconoce cuál fue el origen de esta costumbre, si bien se cree que puede tener un componente muy práctico. Al colocarse detrás de la novia las mujeres solteras invitadas a la ceremonia, los hombres solteros podían ver cuáles de las invitadas eran susceptibles de ser cortejadas y evitaban así momentos embarazosos.
En España no fue nunca una costumbre demasiado popular, aunque el cine ha hecho que muchas mujeres comenzaran a adoptarla en sus bodas ya que no deja de ser un momento muy divertido y una forma de que la novia no tenga que escoger a quién le regala el ramo, sino que será el azar el que decida en manos de quién caen las flores y, según dice la tradición, el destino de ser la siguiente en casarse.
En cualquier caso, siempre se espera un comportamiento civilizado por parte de las amigas para que el ramo no se estropee y quién lo consiga pueda guardarlo como un bonito recuerdo.
Otras costumbres respecto al ramo
Algunas novias conservan sus ramos de novia secándolos. Para no arriesgarse a que se estropeen lo llevan a una floristería especializada para que se lo hagan. Así, se aseguran de que su ramo permanecerá intacto durante mucho tiempo, sobre todo si lo cuidan con unas normas básicas de limpieza y no lo manipulan en exceso.
Un ramo de novia que se ha secado correctamente puede durar años en muy buen estado. Incluso algunas novias deciden que sus flores sequen planas y que formen parte de un bonito cuadro para su dormitorio. Una forma original de mantener sus flores como parte del día a día.
En algunos lugares es costumbre que las novias regalen su ramo a algún familiar en concreto, ya sea a su hermana, a una madrina o a la abuela. También es frecuente que algunas novias lleven su ramo al cementerio tras la ceremonia de bodas y se lo dejen a algún familiar muy cercano que ya no esté con ellas, como una manera simbólica de hacerles llegar al feliz noticia.
También es costumbre en algunos pueblos que la novia ofrezca su ramo a la patrona del pueblo, para que así esta le de suerte en su vida de casada o algún santo como agradecimiento por haber podido casarse con la persona amada. En estos casos, las promesas suelen tener mucho que ver con esto.
Como se puede ver, en cada lugar hay diferentes tradiciones, todas muy bonitas y muy respetables que tiene como protagonista al ramo de la novia.